“El coaching consiste en liberar el potencial de una persona para incrementar al máximo su desempeño. Consiste en ayudarle a aprender, en lugar de enseñarle”.
El Coaching profesional es un proceso de entrenamiento personalizado y confidencial mediante un gran conjunto de herramientas que ayudan a cubrir el vacío existente entre donde una persona está ahora y donde se desea estar.
En la relación de Coaching el coach ayuda al desarrollo personal elevando la conciencia, generando responsabilidad y construyendo auto confianza.
El coaching no es ninguna
terapia ni proceso curativo de nada.No se trata de ningún asesoramiento psicológico.
El coaching es una disciplina nueva que nos acerca al logro de objetivos permitiéndonos desarrollarnos personal y profesionalmente. Es una competencia que te ayuda a pensar diferente, a mejorar las comunicaciones que mantienes y profundizar en ti mismo.
Se podría decir que el coaching es el arte de trabajar con los demás para que ellos obtengan resultados fuera de lo común y mejoren su actuación. Es una actividad que genera nuevas posibilidades para la acción y permite resultados extraordinarios en el desempeño.
Otra forma de definir al coaching es como de una alianza entre Coach y cliente, es un acuerdo entre las partes, donde se establecen los objetivos a alcanzar, la forma de llevar adelante el programa, la agenda de trabajo y la evaluación de los resultados que el “asistido” va alcanzando.
Y se puede realizar mediante contacto directo, al teléfono y/o por e-mail.
El coaching es mucho más que una herramienta para la gestión, es un modo de ser y de hacer cotidianamente. Lo que lo convierte en una herramienta genial en la gestión de empresas y una herramienta de valor incalculable en el desarrollo personal para obtener metas tanto personales como profesionales.
¿En qué consiste un proceso de Coaching?
1ª fase. Toma de conciencia.
Evaluamos nuestra situación actual desde una perspectiva más amplia, tomando conciencia de dónde estamos, qué nos está bloqueando y qué aspectos queremos mejorar.
2ª fase. Establecer objetivos.
Siendo conscientes de dónde estamos y a dónde queremos llegar establecemos objetivos y descubrimos cómo conseguirlos.
3ª fase. ¡En marcha!
Una vez que conocemos el camino para llegar a dónde queremos, tomamos responsabilidad y empezamos a dar los pasos necesarios lograr nuestras metas.
Cómo se desarrolla una sesión de coaching
Cada sesión de coaching es diferente, ya que cada persona debe seguir un camino distinto para lograr sus metas. Sin embargo, existe un aspecto común a todas las sesiones de coaching: se trata de una conversación estructurada a través de la cual el coach nos ayudará a definir nuestros objetivos y la mejor vía para alcanzarlos.
En un primer momento, el coach suele recopilar información, para lo cual debe indagar en el sistema de valores y creencias de la persona, sus sueños y metas, así como las situaciones que más le preocupan y que le motivan a cambiar.
En un segundo momento se determinan de común acuerdo los objetivos a alcanzar a través del proceso de coaching. Es una fase en la que se nivelan las expectativas de la persona y se le explica qué puede esperar de la relación. A continuación, se definen las metas personales a lograr.
En otro momento el coach analiza las variables que bloquean a la persona y le ayuda a comprender el influjo que estas ejercen sobre su comportamiento. Se trata de un proceso de búsqueda de todos esos hábitos y creencias que se convierten en una barrera para lograr nuestros objetivos.
En una etapa más avanzada del proceso, se establece el plan de acción, que incluye las tareas necesarias para alcanzar los diferentes objetivos. Finalmente, se le da seguimiento al desarrollo de ese plan de acción y se evalúan los resultados.
No obstante, en una sesión de coaching no solo se dialoga, en muchas ocasiones es necesario poner en práctica diferentes técnicas que pueden ayudarnos a descubrir nuestras creencias limitantes o a generar ideas para solucionar un problema.
Además, en todas las sesiones de coaching no se abordan los mismos temas. Lo más usual es que una vez que se hayan definido los objetivos, se dediquen varias sesiones a cada uno de ellos. Al inicio se realizan sesiones semanalmente, pero a medida que pasa el tiempo, se van espaciando para propiciar la libertad y autonomía de la persona.